viernes, 25 de diciembre de 2009

Tercer text escepticisme (que dos semblaven pocs)

Texts Escepticisme

Gorgias. “Encomio de Helena”

Ornato de la ciudad es el coraje varonil, del cuerpo la belleza, del alma la sabiduría, de la acción la virtud, de la palabra la verdad. Contrario de todo esto es el desorden. Hombre y mujer, palabra y obra, ciudad y acción, lo digno de elogio se debe honrar con el elogio, lo indigno débese cubrir de vituperio. Pues el mismo error y nesciencia es vituperar lo loable, que loar lo vituperable. Empeño es del mismo hombre proclamar correctamente el deber y reprobar a quienes vituperaron a Helena, mujer en torno a la cual se ha convertido en unanimidad de palabra y de sentimiento el testimonio de todos los poetas y la fama del nombre convertido en memorial de desgracias.
Mi intención es que, dotando de una cierta lógica este discurso, acabe con la acusación de ella, que tan mala fama tiene; y poniendo de manifiesto la mentira de quienes la vituperan y mostrando la verdad haga cesar la nescencia.
Que por naturaleza y linaje la mujer sobre la cual versa este discurso fue la primera entre los primeros hombres y mujeres, no es desconocido ni aun a pocos. En efecto, es manifiesto que su madre fue Leda y su padre auténtico un dios, el putativo un mortal, Tíndaro y Zeus: éste, puesto que lo era, lo parecía; aquél, puesto que lo representaba, era discutido; el primero el más poderoso de los hombres, el segundo el señor de todo.
Nacida de tales progenitores, poseyó una belleza parecida a una diosa; la recibió, y la poseyó sin esconder. En muchísimos provocó muchísimos deseos de amor, y con su solo cuerpo excitó a muchos cuerpos de hombres de altos designios para altas empresas, unos con grandes riquezas, otros con la gloria de la antigua nobleza, otros con el vigor de la fuerza personal, otros con la fuerza de una sabiduría adquirida; todos habían acudido por un amor codicioso de victoria y por un afán invencible de honores. Quién fue, y por qué y cómo, aquél que sació su amor casándose con Helena, no voy a decirlo. En efecto, decir a quien sabe lo que ya sabe produce credibilidad, no produce, empero, satisfacción. Omitiré, pues, en este discurso, aquella época y abordaré el comienzo del discurso que voy a pronunciar, a fin de presentar las razones por las cuales era natural que ocurriese la partida de Helena hacia Troya.
En efecto, o por disposición de la Suerte, o por disposición de los dioses, o por decreto de la Necesidad, ella lo que hizo, o arrebatada por la violencia, o persuadida por razones, (o cautivada por amor). Si, pues, se debió a la primera causa, el causante merece ser el encausado; ciertamente, el deseo de un dios es imposible de impedir por un propósito humano. De hecho, es natural que el más fuerte no sea obstaculizado por el más feble, sino que el más feble sea dominado y guiado por el más fuerte; el más fuerte guía, el más feble sigue. La divinidad es más fuerte que el hombre, en violencia, en sabiduría, en lo demás. Así, pues, si hay que imputar la responsabilidad a Fortuna o a un dios, hay que absolver a Helena del deshonor.
Si fue arrebatada por la violencia, si fue forzada contra ley, si fue violentada injustamente, es patente que el raptor es el culpable por haber hecho violencia, y que ella, la raptada, fue infortunada por haber sido violentada. Aquel bárbaro, por tanto, que emprendió una empresa bárbara, es imputable por la palabra, por la ley y por la acción: por la palabra, que sufra la acusación, por la ley, la infamia, por la acción, el castigo. Ella, violentada, privada de su patria, huérfana de sus amigos, ¿cómo no será con razón antes compadecida que difamada? Aquél hizo cosas terribles, ella las sufrió. Es justo, entonces, que se la compadezca, él que sea odiado.
Si fue la palabra lo que la convenció y engañó a su alma, tampoco en esto es difícil defenderse y disipar la culpa, de la siguiente manera:
La palabra es un gran soberano que con un cuerpo pequeñísimo y totalmente invisible realiza acciones divinas. Puede, en efecto, hacer cesar el miedo, eliminar el dolor, provocar el gozo, aumentar la compasión. Cómo sucede voy a explicarlo. Es preciso que lo explique para la opinión de los oyentes. Considero, así como lo digo, que cualquier clase de poesía es un discurso con medida; a quien la escucha penetra un escalofrío lleno de terror, una compasión que arranca las lágrimas, una codicia derretida de nostalgia; por efecto de la palabra el alma sufre un sufrimiento peculiar en relación a la suerte y al fracaso de hechos y personas ajenas.
Ea, pues, volvamos al discurso que llevamos. Los hechizos inspirados por medio de las palabras se convierten en creadores de placer, eliminadores de tristeza. Pues, mezclada con la opinión, la fuerza del encantamiento del alma la hechiza, persuade y transporta por su seducción.
Dos artes de seducción y de hechicería se inventaron: son los errores del alma y los engaños de la opinión. Cuántos han persuadido a cuántos sobre cuánto, y siguen persuadiendo forjando un discurso mentiroso. Pues si todo el mundo poseyese de todas las cosas el recuerdo de las pasadas, (la conciencia) de las presentes, la previsión de las futuras, el mismo discurso no sería como es: para nadie hay ahora la posibilidad de recordar el pasado ni de examinar el presente ni de adivinar el futuro. De manera que, sobre muchas cuestiones, la mayor parte de la gente entrega su alma a la opinión como consejera. La opinión, por ser vacilante e insegura, proyecta en quien se sirve de ella unas situaciones vacilantes e inseguras.
¿Qué motivo impide, pues, creer que Helena fue impelida por las palabras, pero no por la propia voluntad, como si fuese arrebatada por la violencia? Así se puede ver la fuerza de la persuasión: no tiene forma de inexorabilidad, pero tiene su potencia. La palabra, pues, que ha persuadido a un alma coacciona al alma que ha persuadido a cumplir los dictados y a consentir en los hechos.
Aquel, pues, que persuadió es el culpable, puesto que actuó forzando; quien obedeció es inútilmente difamada puesto que se vio forzada por la palabra. Y puesto que la persuasión, cuando se añade a la palabra, sella el alma como quiere, hay que aprender, en primer lugar, los discursos de los meteorólogos, los cuales eliminando una opinión, construyendo otra, hicieron aparecer a los ojos de la opinión cosas increíbles y obscuras; en segundo lugar, los debates oratorios forzosos en los que un solo discurso, aunque no pronunciado según verdad, pero redactado con arte, deleita y convence a una gran multitud; en tercer lugar, las contiendas de los discursos filosóficos: en ellas se pone de manifiesto con qué rapidez el pensamiento hace cambiar las creencias de la opinión. Hay una analogía entre la potencia del discurso y la regulación del alma, y entre la regulación de las medicinas eliminan de los cuerpos ciertos humores y otras otros, y unas pueden hacer cesar el dolor, pero otras la vida, así mismo, unos discursos pueden provocar pena, otros deleite, otros terror, otros disponen a los oyentes a la valentía, otros, con una cierta persuasión nefasta, drogar y seducir el alma.
Entonces, ha sido demostrado que si se la persuadió con la palabra, ella no es culpable, sino infortunada.
Pero expondré la cuarta causa con un cuarto razonamiento. Si fue, efectivamente, amor quien produjo todas estas cosas, no será difícil que sea absuelta de la culpa que se le imputa. La naturaleza de las cosas que vemos no es como nosotros queremos, sino tal como cupo a cada cosa. Por la vista el alma recibe una impresión de acuerdo con lo que son las circunstancias. Por ejemplo, si la vista repara en enemigos armados de bronce y de acero, el uno para la defensa, el otro para el ataque, se perturba y perturba el alma, hasta tal punto que a menudo, aterrorizados, huyen del peligro como si fuese inminente. Pues la fuerza de costumbre se ve percutida por el miedo producido por la vista, la cual, cuando se presenta, hace descuidar la belleza que proviene de la ley y el bien que nace de la victoria. Algunos, al ver cosas pavorosas, en aquel instante pierden las entendederas que todavía conservan: hasta tal punto el terror sofoca y elimina el intelecto. Muchos fueron a caer en vanos afanes, en terribles enfermedades, en locuras incurables: de esta manera la vista imprimió en la conciencia las imágenes de las cosas vistas. Prescindo de muchas cosas espantables; aquellas de las que prescindo son como aquellas de las que he hablado.
Además, los pintores, cuando a partir de muchos colores y volúmenes llegan a dar perfecta forma a un solo cuerpo y a una sola figura, deleitan la vista; la creación de estatuas humanas y el tallado de esculturas divinas procuran un placentero espectáculo a los ojos. Así también, ciertas cosas producen naturalmente dolor a los ojos, otras los atraen. Muchas cosas en muchos consiguen forjar amor y deseo de muchos objetos y personas. Así, pues, si la visión de Helena al gozar del cuerpo de Alejandro provocó en su alma un deseo y un impulso de amor, ¿qué maravilla hay? Si el amor es un dios que tiene la fuerza divinal de los dioses, ¿cómo será capaz, quién es más feble de eliminarlo y precaverse? Si es una enfermedad humana y una ignorancia del alma, no hemos de recriminarlo como una falta, sino considerarlo como una desgracia. Pues llega como llega, por saqueos de fortuna y no por decisión de la inteligencia, por ineluctabilidad del amor, no por artificiosas componendas.
¿Cómo, pues, se puede tener por justo el vituperio de Helena, la cual, tanto si hizo lo que hizo plenamente enamorada o persuadida por un discurso o raptada por la violencia, o bien forzada por una fuerza divina, ha de ser absuelta totalmente de la culpa? ineluctable
Eliminé con este discurso el deshonor de una mujer, me mantuve en la norma que había establecido al iniciar el discurso. Intenté abolir la injusticia del vituperio y la nescencia de la opinión. Quise escribir este discurso como un elogio de Helena, como un juego para mí.

Feina escepticisme 1r. Batxillerat 2a part

Recordeu que la primera part era fer un breu resum i la seva traducció a paraules més planeres i actuals dels texts (no només copiar fragments sinó explicar-los d'una altra manera). La segona part són preguntes en relació als texts (com antigament amb les famoses fitxes):
1. Relaciona els texts. Diuen el mateix? Quines semblances i diferències trobes?
2. Segons el text, què és un escèptic? Quina és la seva intenció?
3. De forma breu, per què els éssers humans no podem arribar a aconseguir la seguretat total en el coneixement? (pista: té relació amb els diversos modes).
4. Existeixen coses bones o dolentes per naturalesa? Per què?
5. Què és un dogmàtic? Per què estan equivocats els dogmàtics?
6. Explica la teoria sobre el moviment dels escèptics. Relaciona-la amb la teoria sobre el moviment que ja hem vist aquest curs. Es pareixen? Són diferents? Per què?
7. Segons Sext Empíric, què és la imperturbabilitat? Com s'aconsegueix? Quins avantatges té aquesta posició?

miércoles, 16 de diciembre de 2009

4t. ESO "Vídeo reivindicacions"

Enllaç al vídeo de youtube amb una reivindicació actual http://www.youtube.com/watch?v=D2Ctf_q9aq8&feature=player_embedded#

Feina a fer:
1. Investiga sobre el tema del que tracta el vídeo: origen del problema, desenvolupament i actual situació (del cas concret de n'Aminetu Haidar).
2. Cerca notícies sobre el tema.
3. Creus que la reivindicació ha servit per alguna cosa? Per què? Posa algun altre exemple de reivindicació que hagi servit per alguna cosa i alguna que no.
4. Investiga sobre la situació del Sàhara Occidental (cercar informació sobre el tema). Expressa la teva opinió sobre la situació.
5. Llegeix l'article següent, fes un resum i expressa la teva opinió sobre el tema.http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=2953.

Texts escepticisme 1r. Batxillerat

Tercer text. Diògens Laerci. “Vida dels filòsofs il·lustres: Pirró”.
10. Los escépticos, pues, procuran aniquilar todos los dogmas de las demás sectas, y no definir ellos dogmáticamente cosa alguna. Sin embargo de que proferían y publicaban los dogmas de los otros, nada definían, ni aun esto mismo; como que quitaban todo cuanto fuese definir; v.gr.: Nada definimos (pues en tal caso definieran algo). Decían, pues: Pronunciamos las opiniones o pareceres en las cosas, indicando la irresolución o la ninguna propensión en ellas, como si concediendo esto admitiese ya la explicación. Por las palabras, pues, nada definimos se expresa la pasión del ánimo, llamada άρρεψία (arrepsía)(683). Y lo mismo por las expresiones: No esto mas que aquello, A toda razón se opone otra, y demás semejantes. Dícese el No esto más que aquello también positivamente, como de algunos semejantes; v.gr.: No es más pernicioso el pirata que el mentiroso. Pero los escépticos no lo dicen positivamente, sino negativa o destructivamente y como quien reprueba, diciendo: No existió más Escila que la Quimera. El mismo más se pronuncia algunas veces comparativamente, como cuando decimos: Más dulce es la miel que las pasas. Positiva, y aun negativamente, como cuando decimos: La virtud aprovecha más que daña, pues significamos que la virtud aprovecha y no daña. Pero los escépticos quitan hasta la misma expresión No esto más que aquello, pues como no hay más providencia que deja de haberla, así también el No esto más que aquello no más es que deja de ser. Significa, pues, esta frase (como dice Timón en su Pitón) (684) no (685) el definir nada, sino el quedar ambiguo.
11. Asimismo la frase A toda razón, etc., induce también indeliberación, porque si en las cosas discrepantes tienen igual fuerza las razones, se sigue la ignorancia de la verdad. Aun a esta razón hay otra opuesta, la cual, después de destruir otras, se pervierte y destruye ella misma, al modo de los purgantes, que arrojando primero la materia, son también ellos arrojados y destruidos. A esto dicen los dogmáticos que no es esto quitar la razón, sino confundirla. Usaban, pues, de las razones sólo como de ministros, pues no era dable que una razón no destruyese a otra, al modo que cuando decimos no hay lugar, es forzoso decir lugar; pero no dogmática, sino demostrativamente. Y lo mismo cuando decimos nada se hace por necesidad o necesariamente, es fuerza poner la voz necesidad. Este es el modo que usaban en las interpretaciones: Que las cosas no son tales cuales aparecen, sino que sólo parecen. Decían que inquirían, no las cosas que entendían (pues lo que se entiende ya consta), sino las que percibían los sentidos. Así, que la razón pirrónica es una significación de las cosas que aparecen o que de uno u otro modo se perciben, según la cual todas las cosas se comparan con todas las cosas mismas, y ya comparadas, hallamos que tienen muchísima inutilidad y confusión. Así se explica Enesidemo en su Bosquejo, o Aparato al pirronismo.
12. En cuanto a las antítesis o contrariedades que hay en las especulaciones, preindicando los modos de persuadir las cosas, quitan por ellos mismos la creencia en ellas; pues persuaden las cosas que según los sentidos son cónsonas entre sí, y las que nunca o raras veces degeneran o disienten; las acostumbradas, las dispuestas por las leyes, las que deleitan y las que admiran. Demostraban, pues, que en las cosas contrarias por persuasiones de la razón, estas persuasiones son iguales. Las ambigüedades que enseñaban en las concordancias de las cosas aparentes o concebidas por el entendimiento son de diez modos, según los cuales parecen diferentes los sujetos. El primero de estos modos es el de la diferencia de los animales para el deleite, el dolor, el daño, el provecho. Colígese de aquí que estos mismos no nos producen unas mismas fantasías o imaginaciones, y que la indeliberación es secuela de esta pugna o combate; pues de los animales, unos son engendrados sin unión de sexos, como los que viven en el fuego, el fénix árabe y los gusanillos de la putrefacción. Otros, por dicha unión, como los hombres, etc.; de manera que unos son concretados o compuestos de un modo, otros de otro. Por lo cual difieren aun en los sentidos; v.gr., el gavilán, agudísimo de vista, y el perro, de olfato. Así, es conforme a razón que las cosas diferentes a la vista nos produzcan también fantasías diferentes; pues los tallos y renuevos del olivo son pábulo a la cabra, y para el hombre son amargos; la cicuta alimenta a la codorniz, y al hombre lo mata; el cerdo come excremento humano, y el caballo no lo come.
13. El segundo modo es el de la naturaleza de los hombres, según la variedad de cosas y temperamentos. Demofón, repostero de Alejandro, tenía calor a la sombra, y al sol frío. Andrón Argivo (como dice Aristóteles) viajaba sin beber en los áridos países de Egipto. Más: uno es aficionado a la medicina, otro a la agricultura, otro a la mercancía, y aun estas mismas cosas a unos dañan y a otros aprovechan. Así, se debe contener el asenso. El tercer modo es el de la diversidad de poros en los sentidos; v.gr., una manzana a la vista es amarilla, al gusto es dulce y al olfato grata por su fragancia. Aun una misma figura se mira diversa según la variedad de espejos. De lo cual se sigue que no es más lo que aparece que otra cosa diversa de lo que aparece.
14. El cuarto modo se acerca de las disposiciones o afectos, y en común acerca de las mudanzas; v.gr., la sanidad, la enfermedad, el sueño, la vigilia o el despertarse, el gozo, el dolor, la tristeza, la juventud, la vejez, la audacia, el miedo, la indigencia, la abundancia, ,el odio, la amistad, el calor, el frío; ora se respire, ora se supriman los poros. Así, que aparecen diversas las cosas que se nos presentan a causa de ciertas particulares disposiciones. En efecto, los furiosos no están fuera de la naturaleza; pues ¿qué cosa tienen ellos más que nosotros? El sol lo vemos como si estuviese parado. Teón Titoreo, estoico, solía caminar durmiendo, y también un esclavo de Pericles andaba por lo más alto del tejado.
15. El quinto modo es acerca de la educación, leyes, creencia de fábulas, convenciones artificiales y opiniones dogmáticas. En este modo se contienen las cosas controvertidas acerca de lo honesto y torpe, de lo verdadero y falso, de lo bueno y malo, de los dioses, y de la generación y corrupción de todo lo visible. Una misma cosa entre unos es justa, entre otros injusta; para unos buena, para otros mala; pues los persas no tienen por absurdo o incongruo casarse con sus hijas; pero es cosa inicua entre los griegos. Entre los masagetas, como dice Eudoxo en el primer libro de su Período (686), las mujeres son comunes; entre los griegos no. En orden a los dioses, también cada cual tiene los suyos: uno dice que tienen providencia, otro que no. Los egipcios entierran sus muertos embalsamándolos (687), los romanos quemándolos, y de los peonios echándolos a las lagunas. Así, que respecto a la verdad se debe suspender la resolución.
16. El sexto modo es acerca de las mezclas y confusiones de unas cosas con otras; según el cual nada se ve absolutamente simple y sincero, sino mezclado con el aire, luz, líquido, sólido, cálido, frígido, movimiento, evaporaciones y otras potestades. La púrpura muestra diverso color a la luz del sol, a la de la luna y a la artificial. Asimismo, nuestro color de un estado aparece al Mediodía, y de otro al Ocaso. Una piedra que en el aire requiere dos hombres para ser transportada, se transporta en el agua fácilmente; ya sea esto por que siendo grave el agua la aligera, ya que siendo ligera, el aire la agrava. Así, que ignoramos cuál sea cada cosa de por sí, como el aceite mezclado con ungüento.
17. El séptimo modo es acerca de las sustancias (688) de algunas posiciones, lugares y cosas que hay en ellos. Por este modo las cosas que creemos grandes aparecen pequeñas, las cuadradas cilíndricas (689), las llanas con eminencias (690), las rectas quebradas (691,) y de otro color las amarillas. El sol, pues, por su mucha distancia aparece de magnitud moderada (692). Los montes apartados se dejan ver caliginosos y sin aspereza; de cerca son ásperos. Más: el sol cuando sale aparece de una manera; al medio del cielo ya no aparece de la misma. Un mismo cuerpo puesto en un bosque parece una cosa, en campo abierto parece otra (693). Las imágenes colocadas en cierta posición también parecen otra cosa (694), y con el movimiento aparece vario el cuello de la paloma. Así, por cuanto estas cosas no pueden considerarse fuera de su lugar y estado, se ignora su naturaleza.
18. El octavo modo es acerca de las cantidades de las cosas, calores, frialdades, velocidades, lentitudes, amarilleces y otra variedad de colores. Así, el vino tomado con modo concilia fuerzas; con exceso las quita. Lo mismo es de la comida y otras cosas. El modo noveno es acerca de lo peregrino y raro que continuamente ocurre. Los terremotos, donde los hay con frecuencia, no causan susto; ni el sol nos admira, porque cada día lo vemos. (Este modo noveno Favorino lo hace octavo, y Sexto y Enesidemo lo hacen décimo, poniendo Enesidemo el décimo en lugar del octavo, y Favorino en lugar del noveno). El modo décimo, pues, versa sobre la mutua comparación de las cosas entre sí; a saber, lo leve con lo grave, lo fuerte con lo flaco, lo mayor con lo menor, lo superior con lo inferior. Así, el lado derecho no es derecho por naturaleza, sino que se toma por tal comparado con el izquierdo; quítese éste, no habrá lado derecho. Asimismo, las voces padre, hermano hacen relación a otro; día la hace, v.gr., al sol; y todas las cosas la hacen a la mente. Por tanto, se ignora lo que es relativo a algo, igualmente que lo que es de por sí.
19. Hasta aquí los diez modos; pero Agripa añadió otros cinco, a saber: el que procede de la discordancia, el de la progresión o proceso en infinito, el relativo a otro (695), el nacido de suposición y el que es por reciprocidad. El de discordancia es aquel por el cual se demuestra llena de perturbación y discordia cualquiera cuestión propuesta entre los filósofos, o bien las que ellos suelen tener. El modo procedente en infinito es el que no permite se afirme el cuesito, por razón de que una cosa recibe la fe de otra; y así infinitamente. El modo relativo a otra cosa (696) dice que nada se recibe por sí, sino con otro; y así todo vienen a ser incógnito. El modo que consta de suposiciones es cuando algunos establecen que deben admitirse en sí mismos ciertos principios de las cosas como fieles y seguros, y no inquirir más. Lo cual es una necedad, pues cualquiera opondrá lo contrario. Y el modo llamado por reciprocidad es cuando aquello que ha de dar firmeza a la cosa cuestionada, ello mismo tiene necesidad de que la tal cosa cuestionada lo corrobore y acredite; v.gr., si uno afirma que hay poros porque hay sudor, toma esto mismo para probarlo, esto es, que hay sudor.
20. Niegan también estos filósofos toda demostración, criterio, signo, causa, movimiento, disciplina (697), generación y que haya cosa alguna buena y mala por naturaleza. Toda demostración, dicen, o consta de cosas demostradas o no demostradas: si de cosas demostradas, aun éstas necesitarán de alguna demostración, y así en infinito; si constan de cosas indemostradas, y todas, algunas, o una sola discuerda, ya todo carece de demostración. Si pareciere a algunos, dicen, que hay cosas que no necesitan demostración, son éstos admirables en su sentencia, no viendo que el que de estas cosas reciban otras la creencia es lo primero que necesita probarse; pues no hemos de probar que los elementos son cuatro, porque son cuatro los elementos. Además, si son inciertas las demostraciones particulares, también lo será la demostración general. Para saber, pues, que hay demostración es menester criterio, y para saber que hay criterio es menester demostración. Así, que remitiéndose o refiriéndose mutuamente una a otra, ambas son incomprensibles. Pues ¿de qué modo se comprenderán las cosas inciertas ignorando la demostración? No se inquiere si aparecen tales, sino si son tales esencialmente.
21. Tratan de necios a los dogmáticos; pues lo que se concluye de una hipótesis no tiene razón de investigación, sino de posición. Por esta regla también sería dado el disputar de imposibles. Acerca de lo que opinan que no se debe juzgar la verdad por las circunstancias, ni establecer leyes por las cosas conformes o según la naturaleza, dicen que determinan medidas para todo, no haciéndose cargo de que todo lo que aparece aparece según la antiperístasis y disposición. Así, o se ha de decir que todas las cosas son verdaderas, o todas falsas; porque si hay algunas verdaderas, ¿cómo las discerniremos? No por el sentido discerniremos las que le son conformes, pues a éste todas le parecen iguales; ni tampoco por la mente, por la misma causa. Excluso, pues, todo esto, no se ve ya vía alguna para juzgar. Aquel, dicen, que resuelve de una cosa, sea sensible o intelectual, debe lo primero establecer las opiniones que hay acerca de ella, pues unos quitaron unas cosas y otros otras. Es preciso juzgar por los sentidos o por el entendimiento; y de ambas es la ambigüedad y controversia. Así, que no es posible juzgar las opiniones de las cosas sensibles e intelectuales; y por la contención que hay en las inteligencias es menester negarlo todo y quitar la medida con que parece se juzgan todas las cosas, y se tendrán todas por iguales.
22. Además, dicen, o lo que aparece es o no probable al que disputa con nosotros; si le es probable, nada podrá decir contra él aquél que siente lo contrario; porque si es fidedigno quien afirma que la cosa es evidente, lo es también el que lo contradice; y si no es fidedigno, tampoco se dará crédito a quien dice es evidente. Lo que sólo persuade no se ha de tener por cierto, pues de una misma cosa ni se persuaden todos, ni siempre. La persuasión se hace por cosos extrínsecas; v.gr., la celeridad de quien persuade, o por su solicitud y diligencia, o por su gracia en el decir, o por la costumbre, o finalmente porque agrada. Quitaban el criterio con esta argumentación: «O el criterio está ya juzgado, o no: si no está juzgado, ningún crédito se le debe, y peca tanto en verdadero como en falso; si está juzgado, será una de las cosas juzgadas por partes o en parte. Y así, una misma cosa será la que juzga y la juzgada: el juez del criterio será juzgado por el otro; éste, por otro, y así en infinito. Además, que hay discrepancia acerca del criterio, diciendo unos que es el hombre, otros que los sentidos, otros que la razón y otros que la fantasía o imaginación comprensiva o perceptiva. Pero el hombre discuerda, ya de sí mismo, ya de los otros hombres, como consta de la diversidad de leyes y costumbres: los sentidos engañan; la razón discuerda; la fantasía perceptiva es juzgada por el entendimiento, y finalmente, el entendimiento es vario y mudable. Así que es incógnito el criterio, y por lo mismo lo es la verdad.»
23. Niegan también todo signo; porque si hay signo, dicen, o es sensible o intelectual; no es sensible porque lo sensible es común y el signo es propio. Más: lo sensible se considera según la diferencia, y el signo según la relación a otra cosa. Tampoco es intelectual, pues lo intelectual lo es, o patente de patente, u oculto de oculto, u oculto de patente, o patente de oculto. Nada de esto es: luego no hay signo. No es patente de patente, porque lo patente no necesita de signo. No es oculto de oculto, porque lo que se manifiesta, por alguno se ha de manifestar. Signo oculto de cosa patente no es posible, pues lo que da a otro facultad de manifestarse debe estar manifiesto. Y signo patente de cosa oculta tampoco lo hay, porque el signo, siendo relativo a otra cosa, debe comprenderse junto con la cosa misma de quien es signo. Nada hay de todo esto: luego ninguna cosa no evidente puede ser comprendida y, por consiguiente, se engañan los que dicen que las cosas ocultas pueden comprenderse por medio de los signos.
24. La causa la quitan así: la causa es cosa relativa a algo; v.gr., a la causa misma; la relación a otro es cosa sólo intelectual, no real o existente: luego la causa solamente se entiende o comprende. Porque si es causa, debe tener aquello de quien se llama causa; de otra forma, no lo será. Y así como el padre, no habiendo nadie de quien padre se diga, no es padre; lo mismo es de la causa. No aparece de quién la causa se entienda o a quien se refiera (ni por generación, ni por corrupción, ni por otro modo): luego no es causa. Más: si es causa, o ésta es cuerpo de causa de otro cuerpo, o incorpóreo causa de incorpóreo; nada de esto es: luego no hay tal causa. En efecto, el cuerpo no es causa del cuerpo, porque así ambos tendrían una misma naturaleza; y si uno de ellos se llama causa en cuanto tal cuerpo, siéndolo también el otro se hará igualmente causa: siendo causa ambos en común, ninguno será paciente. Por la misma razón tampoco lo incorpóreo es causa de lo incorpóreo. Ni lo incorpóreo es causa de cuerpo alguno, pues ningún incorpóreo produce cuerpo. Ni menos el cuerpo es causa de lo incorpóreo, porque lo que se hace debe hacerse de la materia paciente, y ningún incorpóreo es paciente, ni menos es hecho por otro: luego no es causa. De lo cual se colige que no son subsistentes los principios de cosas, pues siempre debe ser algo quien hace y opera.
25. Tampoco hay movimiento, pues lo que se mueve, o se mueve en donde está o en donde no está: en donde está no se mueve, ni menos se mueve en donde no está: luego no hay movimiento. Quitan igualmente las disciplinas diciendo: si se enseña algo, o lo que es se enseña porque es, o lo que no es porque no es: no se enseña lo que es porque es, pues la naturaleza de todas las cosas que son a todos está patente y todos la conocen; ni menos lo que no es porque no es, pues a quien no es nada le sobreviene, ni aun el ser enseñado. Dicen asimismo que no hay generación, pues no se engendra lo que es, puesto que ya es; ni lo que no es, puesto que no existe, y lo que no existe, ni es ni le aconteció el ser hecho. Que nada hay bueno o malo por naturaleza, porque si hubiese algo bueno o malo por naturaleza, debería ser bueno o malo para todos, como, por ejemplo, la nieve, fría para todos; ninguna cosa es buena o mala comúnmente para todos: luego no hay cosa buena o mala por naturaleza. Porque o se ha de llamar bueno todo lo que alguno juzga bueno, o no todo; es así que no todo se ha de llamar tal, pues una misma cosa es por alguno juzgada buena, v.gr., el deleite, que Epicuro lo tiene por bueno, y Antístenes por malo; luego sucedería que una misma cosa sería buena y mala. Si no todo lo que uno juzga bueno lo llamamos tal, será fuerza discernamos las opiniones; esto no es admisible, por causa de la igualdad de fuerza en las razones: luego se ignora qué cosa es buena por naturaleza.

3r. text

"A todo esto convendrá añadir algo acerca del fin de la doctrina escéptica. Fin es
"aquello por lo cual se llevan a cabo todas las acciones e investigaciones sin que ello se haga a
su vez por otra cosa" o bien "el objeto último del deseo". Por nuestra parte, mantenemos que
el fin del escéptico es la imperturbabilidad del alma respecto de lo opinable y la moderación en
las emociones respecto de lo inevitable. En efecto, habiendo comenzado a filosofar con la
pretensión de decidir acerca de las impresiones sensibles y captar cuáles de ellas son
verdaderas y cuáles falsas, a fin de alcanzar la imperturbabilidad, el escéptico vino a hallarse
sumido en opiniones discordantes de fuerza equilibrada y no pudiendo decidir entre ellas,
suspendió el juicio. Pues bien, con la suspensión del juicio le advino la imperturbabilidad
respecto de lo opinable. Y es que quien juzga que algo es bueno o malo por naturaleza se halla
sometido a permanente turbación: cuando no posee aquellas cosas que juzga buenas se
considera atormentado por cosas naturalmente malas y persigue las que juzga buenas; pero
cuando consigue éstas, se ve aquejado de más perturbaciones aún, pues se agita irracional e
inmoderadamente y temiendo un cambio de fortuna, trata de hacer todo lo posible para no
perder aquellas cosas que considera buenas. Por el contrario, el que mantiene una actitud de
indefinición respecto de los bienes y males naturales, ni evita ni persigue con vehemencia cosa
alguna. Y de ahí que permanezca imperturbable".
SEXTO EMPÍRICO, Bosquejo del Pirronismo

Article "La revolta de la desigualtat" 4t. ESO

Article de la fitxa "Els problemes morals ..." http://www.elpais.com/articulo/opinion/revuelta/desigualdad/elpepiopi/20090504elpepiopi_11/Tes/ És un article en castellà sobre qüestions econòmiques i la situació actual del món

martes, 15 de diciembre de 2009

Feina diaris 4t. ESO

Feina diaris

1.Feu una relació de les pàgines que dedica el vostre diari a cada tema diferent.
2.Fes una relació dels països esmentats a la secció internacional o món i assenyala si es tracta d'un país que podríem considerar del Primer Món, del Tercer Món o dels anomenats països en vies de desenvolupament.
3.Feu una relació de les comunitats autònomes o territoris esmentats a la secció nacional o Espanya.
4.Relacioneu les notícies de la secció internacional o món amb cada país en concret.
5.Distingeix entre països que anomenaríem rics o del Primer Món i països empobrits o del Tercer Món o en Vies de Desenvolupament. Les notícies són positives o negatives en cada cas?
6.Assenyaleu els diversos temes que es tracten a la secció nacional o Espanya amb les pàgines que dedica el diari.
7.Aneu a la secció d'esports i esmenteu quantes pàgines dedica aquesta secció a cada tipus d'esport i, posteriorment, quantes pàgines dedica a cada equip o esportista en concret.
8.Aneu a la secció de cultura i esmenteu quantes pàgines dedica aquesta secció a cada tipus d'art que existeix (pintura, escultura, cinema, música, etc).
9.El diari que teniu té anuncis classificats? De quin tipus són?
10.En general, creus que la majoria de notícies són positives o negatives? Per què creus que és això?
11.Quin creus que és el criteri que s'utilitza per triar les notícies que surten a un diari? Deu ser igual a tots els diaris? Per què?
12.Què significa el concepte neutral? Un diari potser neutral? I un altre mitjà de comunicació? Posa algun exemple de neutralitat o no neutralitat que hagis trobat en el diari.

Cançó del dia

Un poc mogudeta http://www.youtube.com/watch?v=cbRe5mxR0q0

lunes, 14 de diciembre de 2009

Cançó del dia

Una gran pel·lícula amb una gran banda sonora: http://www.youtube.com/watch?v=jQvUBf5l7Vw

domingo, 13 de diciembre de 2009

Cançó del dia

Clàssic de l'artista més indie (amb un vídeo un poc diferent) http://www.youtube.com/watch?v=ut5A_r5iiOg

viernes, 11 de diciembre de 2009

Cançó del dia

Avui, un cantant nostrat: http://www.youtube.com/watch?v=9mL6GUf4Pes

jueves, 10 de diciembre de 2009

La darrera de totes

[p conjunció (q disjunció r)] condicional (s disjunció p). Solució: tautologia.

Dues darreres tales de veritat (1r. Batxillerat A i B principalment)

[(p bicondicional q) conjunció (r disjunció negador p)] condicional p. Resultat: contingent (excepte els dos darrers resultats que són falsos)

[(p conjunció negador q) conjunció (q conjunció negador r)] disjunció (p conjunció negador p). Resultat: contradicció.

En referència al canvi climàtic

Cançó del dia: un altre clàssic

http://www.youtube.com/watch?v=yx-277MRYuM

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Lògica formal: la simbolització que encara no havíem fet a 1r. Batxillerat A

Més lògica formal: simbolització.

4. p condicional (q disjunció r).
8.[ (p disjunció q) conjunció [(p condicional r) conjunció (q condicional s) ]] bicondicional t.
12. [(p conjunció q) conjunció [(r condicional negador s) conjunció (s condicional negador r)]] condicional t.
13. (p bicondicional q) bicondicional [negador r [conjunció s disjunció t]]

Cançó del dia

http://www.youtube.com/watch?v=UmcdBkI_QO4&feature=related Travessem l'oceà però no per anar al lloc més típic ...

martes, 8 de diciembre de 2009

Dues taules de veritat més per practicar

[p ↔ (q V r)] V (p → r). Resultat: taula contingent amb la 4a filera falsa.

[( p ↔ q) ^ [(p → q) ^ (q → p) ]] V r. Resultat: taule contingent, amb la 4a i la 6a filera falses.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Primera pràctica taules de veritat

Algunes pràctiques (primera entrada del pont) de taules de veritat.


[(p^q)^ ¬ r) ^ (q↔¬p). Solució. Contradicció.
(p^q^r) → s. Solució. Totes vertaderes menys 1, la segona filera. (recordeu que en aquest cas tindríem 16 fileres i si no ens indiquen en quin ordre hem de fer les operacions sempre és d'esquerra a dreta, com ja estem habituats).
[(p ↔ q) ^ (r^¬p)] → ¬p. Solució. Tautologia.